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ERGONOMÍA

 El propósito de la Ergonomía es asegurar que los humanos y la tecnología trabajen de riesgo sin ningún tipo de roces, manteniendo los equipos y las tareas de acuerdo con las características humanas.


 La Ergonomía tiene un único objetivo, tratar de adaptar los productos, las tareas, las herramientas, los espacios y el entorno en general (iluminación, ventilación, ruido, etc.) a las capacidades y necesidades de las personas, de manera que seamos más eficientes, estemos más seguros y aumente el bienestar de los consumidores, usuarios o trabajadores.

 La Ergonomía es una ciencia en sí misma, que toma forma a partir de su experiencia y de toda la información que le aportan ciencias como la psicología, la fisiología, la antropometría, la biomecánica, la ingeniería industrial, el diseño y muchas otras.

 La Ergonomía se basa en el axioma de que las personas son más importantes que los objetos o que los procesos productivos; es por ello que en aquellos casos en los que se plantee cualquier tipo de conflicto de intereses entre personas y cosas, deben prevalecer los de las personas.

 Para diseñar correctamente las condiciones que debe reunir un puesto de trabajo se tiene que tener en cuenta los diferentes tipos de riesgos que pueden existir:
  • los riesgos de carácter mecánico.
  • los riesgos causados por una postura de trabajo incorrecta fruto de un diseño incorrecto de asientos, taburetes, etc.
  • los riesgos relacionados con la actividad del trabajador (por ejemplo, por las posturas de trabajo mantenidas, sobreesfuerzos o movimientos efectuados durante el trabajo de forma incorrecta o la sobrecarga sufrida de las capacidades de percepción y atención del trabajador).
  • los riesgos relativos a la energía (la electricidad, el aire comprimido, los gases, la temperatura, los agentes químicos, etc.).
 Tal es así que el diseño correcto del puesto de trabajo debe servir para garantizar una correcta disposición del espacio de trabajo y evitar los esfuerzos innecesarios.

 Los esfuerzos nunca deben sobrepasar la capacidad física del trabajador, hay que evitar los movimientos que fuercen los sistemas articulares, o evitar los trabajos excesivamente repetitivos.

 Es muy importante poder aplicar los conocimientos ergonómicos al ámbito del trabajo para así poder eliminar determinados riesgos físicos y a su vez prevenir los problemas de salud que pudieran presentarse. El espacio que ocupamos mientras desarrollamos nuestro trabajo y los medios que empleamos en la realización del mismo deben estar diseñados en función del tamaño de la persona que realiza dicha labor.

Es importante tener en cuenta:
  • La altura a la que se realiza el trabajo.
  • La superficie o mesa sobre la que se trabaja y en caso de hacerlo sentado, el asiento, deben lograr la mejor postura del cuerpo: el tronco recto, los pies apoyados de forma apropiada, los codos al lado del cuerpo y los antebrazos horizontales.
  • Debe existir suficiente espacio para poder realizar diferentes movimientos con la cabeza, los brazos, las manos, las piernas y los pies.
  • Los instrumentos de mando deben estar en un lugar y posición que nos ayude a alcanzarlos sin mayor dificultad.
  • Los mangos y empuñaduras deben adaptarse a la anatomía de la mano.
  • Se tendrá un especial cuidado con la temperatura y humedad del local de trabajo, su iluminación y color, el nivel de ruido y la renovación del aire.
  • Si el trabajo se realiza en el exterior se ha de tener la protección necesaria para poder hacer frente a las diferentes condiciones climatológicas que puedan presentarse.
 Como decíamos anteriormente la Ergonomía ha de tratar de adaptar, entre otras cosas, las herramientas, los espacios y el entorno en general (iluminación, ventilación, ruido, etc.) a las habilidades de los usuarios, para que de esta forma trabajen más seguros y aumente su confortabilidad.
Anotación: Gran parte de la jornada laboral de los conductores profesionales trascurre en la cabina o puesto de conducción, es por ello que este espacio, si hacemos caso de la Ergonomía, debe reunir unos mínimos requisitos. 
Se pueden producir diferentes alteraciones en la salud a causa de diferentes circunstancias, tales como:

1. La obligatoriedad de mantener siempre las mismas posturas forzadas y sedentarias. El conductor adopta posturas inadecuadas durante la conducción, mantiene una postura estática durante un tiempo prolongado, durante el cual, el conductor está sentado e inmovilizado.

2. Las lesiones músculo-esqueléticas son un problema de primera magnitud, representan la primera causa de accidentes laborales y enfermedades profesionales. Los problemas de espalda de los conductores vienen determinados, sobre todo por mantener posturas estáticas durante la conducción y por adoptar posiciones inadecuadas a nivel de la zona cervical, dorsal y lumbar.

  • La posición correcta por parte del conductor, además de disminuir los problemas de espalda y la tensión muscular, tiene el propósito de restablecer el nivel de atención en la conducción, y por tanto, aumentar el nivel de seguridad.
  • Es importante destacar que los conductores profesionales, los cuales mantienen una postura estática durante un tiempo prolongado, además de los típicos problemas de espalda derivados de una posición incorrecta van a sufrir fatiga muscular.

3. Se producen trastornos en los ritmos del sueño. La conducción nocturna, los cambios del ciclo trabajo descanso. facilitan la aparición de las alteraciones del sueño.

4. Trastornos de la digestión. Los conductores, especialmente los que realizan diferentes trayectos durante la noche, son más propensos a tener problemas gastrointestinales a causa de sus horarios de comida más flexibles y, por supuesto, debido también a su dieta (alimentos inadecuados, pesados, grasientos, estimulantes como el café,etc.).

  • Seria conveniente seguir un horario regular durante las comidas, comer sentado y dedicándole tiempo, tomar una dieta equilibrada que incluya comidas calientes y, sería deseable, evitar en todo lo posible, la ingestión de cualquier tipo de sustancia excitante.

5. La fatiga y la ansiedad están causadas por diferentes motivos. Conducir requiere un elevado nivel de alerta. Si se mantiene la atención durante periodos de tiempo prolongados, si se producen adelantamientos peligrosos, si se presentan diferentes situaciones de riesgo, si hay un tráfico muy denso, todo esto son factores que benefician la aparición de la ansiedad o estrés.

 El estrés puede dar lugar tanto a la fatiga física como mental, y también favorece la aparición de los trastornos del sueño. Todo esto conlleva a que el nivel atencional del conductor disminuya, por lo que tardará más tiempo en reaccionar ante una situación imprevista.

 Los factores relacionados con la aparición del estrés en los conductores profesionales suelen tener relación con las circunstancias propias del tráfico, ruido, incidentes con otros vehículos, tráfico intenso.

- la especial responsabilidad que tienen los conductores profesionales en el campo de la seguridad vial si hablamos del transporte de viajeros.
- jornadas laborales excesivamente largas en algunas ocasiones.
- apuesta económica personal, en el caso de los transportistas autónomos, ya que el vehículo es su medio de vida.
- también podríamos hablar de cierto deterioro de las relaciones sociales debido a las continuas y en ocasiones, largas ausencias.
- cambios en la vida familiar y del tiempo de ocio, especialmente en los turnos de noche.
-la conducción nocturna, el cambio del ciclo trabajo descanso favorece la aparición de las alteraciones del sueño.

 Debemos procurar que exista confort ambiental en todo aquello relacionado con la visión (hay que tener una visibilidad completa de la vía, de los espejos retrovisores y de los instrumentos e indicadores, por lo que no pondremos pegatinas en las lunetas, objetos colgando del retrovisor...), con la temperatura (hay que tener una temperatura apropiada en el interior del habitáculo del vehículo).

 Y, por supuesto, con el ruido, en ocasiones tan incómodo (hemos de rebajar todo lo que podamos los ruidos procedentes del propio vehículo y del tráfico en general).

 Otro punto muy importante es el puesto de conducción y que esté ajustado al conductor.
 El asiento es uno de los elementos más importantes en relación al bienestar y comodidad del conductor, el cual, si no cuenta con un buen diseño o si debido a un uso excesivo o incorrecto se ha deteriorado, hará que la columna vertebral del conductor se resienta con los diferentes impactos que el vehículo sufre, causados, entre otros motivos, por una suspensión defectuosa, por los baches y las posibles irregularidades que presente la carretera.

 Esto va a dar lugar a una continua compresión y distensión de los discos intervertebrales, que transcurrido un tiempo puede dar lugar a la aparición de la lumbalgia.


 Todos los vehículos tienen unas revisiones periódicas que deben respetarse al máximo, siendo importante asegurarnos del correcto funcionamiento del sistema de climatización.

 Las temperaturas extremas dificultan la conducción, ya que si hace un frío excesivo en el vehículo tendemos a distraernos más y por lo tanto hay mayor posibilidad de cometer más errores y si hace demasiado calor es más fácil que el conductor se muestre con sueño.

 También es importante renovar el aire en el habitáculo de conducción.

 Para que un asiento tenga un buen diseño debe contar con una base acorde con la longitud de las piernas de la persona que lo va a utilizar, no debe ser ni muy corta ni muy larga. A su vez, contará con la anchura suficiente para poder acomodar de forma correcta los muslos y las caderas.

 El respaldo debe cubrir la espalda en su totalidad, y su inclinación debe estar en torno a los 20 grados. Es aconsejable que se pueda ajustar en la zona lumbar.

 El respaldo tiene que tener apoyacabezas, cuyo borde superior debe quedar situado entre el límite superior de la cabeza y la altura de los ojos, no siendo la separación entre la cabeza y el apoyacabezas superior a 4 cm.

 Si el vehículo cuenta con elementos ajustables, es más fácil para el conductor alcanzar posturas correctas y a la vez cómodas, es por ello que el asiento y el volante pueden regularse en función del tamaño del conductor.

 El asiento debe poder adelantarse lo suficiente para llegar al volante, a los pedales y a todos los mandos del vehículo sin que tengamos que separar la espalda del respaldo y sin necesidad de estirarnos, y debe colocarse a una altura que haga que las caderas y las rodillas lleguen a formar un ángulo de 90 grados.


 Por último, es muy importante que el diseño del habitáculo de conducción minimice las lesiones del conductor en caso de producirse un accidente o un frenazo brusco, por lo que se procurarán formas redondeadas y elementos que van encastrados en la superficie, como pueden ser los mandos de las puertas y de las ventanillas.

 Es por esto que no es recomendable dejar objetos sueltos en el habitáculo ya que en un momento dado puedan salir despedidos y golpear al conductor o a sus acompañantes.

MOVIMIENTOS DE RIESGO

 La capacidad de reaccionar de los sujetos estará más descansada si as podamos acceder a los tareas se diseñan de forma que haya un mayor número de movimientos reflejos y automaticos.
Puntualicemos: Es muy importante que podamos acceder a los diferentes mandos del vehículo de una forma sencilla y que no provoquen distracciones o cansancio a causa de su ubicación o complejidad.
 No es recomendable estarse quietos durante un periodo prolongado de tiempo es preferible moverse, pero si los movimientos exigen una gran precisión por parte nuestra hemos de procurar evitarlos.

 Si aun asi. estos movimientos son inevitables y, sobre todo, se han de realizar de forma repetida. facilitaremos su realización gracias a unos dispositivos que servirán de guía.

 Las herramientas y materiales necesarios para poder realizar el trabajo deben estar al alcance del trabajador de tal forma que no tenga que estirar los brazos excesivamente.

 Es  preferible que estos materiales y herramientas cuenten con un sitio fijo de colocación. 

 Si hemos de mover las manos hemos de procurar, en la medida de lo  posible que los movimientos de ambas manos sean simultáneos y simétricos, pues los movimientos asimétricos dan lugar a una mayor tensión muscular.

 Serán preferibles los movimientos suaves y continuos, procurando evitar los cambios bruscos de dirección y las detenciones repentinas de las manos.

 Procuraremos que todas las operaciones que se puedan realizar con los pies u otras partes del cuerpo, como arrancar o parar una maquina mediante pedales, se lleven a cabo sin emplear las manos.

 Los vehículos pesados de transporte de mercancias se caracterizan por la altura a la que se encuentra el puesto del conductor, por lo que es necesario utilizar una escalerilla para poder acceder a la cabina. Los movimientos de subir o bajar del vehículo, tan cotidianos, pueden llegar a convertirse en motivo de accidentes y lesiones a causa de las caídas y los golpes que se pueden producir si no se llevan a cabo con las debidas precauciones.

 Hay factores como la lluvia o la suciedad por aceites y grasas depositados en los peldaños que agravan el riesgo.

 No es recomendable saltar desde la cabina del camion al suelo para bajar; este movimiento si se repite de forma habitual termina afectando a la columna y a las articulaciones de rodillas y tobillos.
 Además, si se salta después de haber estado conduciendo durante mucho tiempo seguido, puede producir distensiones musculares. Es recomendable utilizar siempre los asideros y puntos de apoyo que tiene el vehícuo, tanto al subir como al bajar.

 Hemos de recordar que cada trabajador, en función de sus capacidades y habilidades personales, tendra su particular forma trabajar, de manera que es preferible dejar que sea el propio trabajador el que decida cómo quiere realizar su labor procurando respetar los criterios que aporta la Ergonomia.

POSTURAS DE RIESGO

 Si mantenemos una postura inadecuada en el trabajo durante un periodo de tiempo prolongado lo más fácil es que se terminen produciendo determinadas lesiones, y esto se produce sin que el trabajador sea consciente de ello. La postura más adecuada es la que garantiza una mayor eficacia con la mínima fatiga.

 Debemos alternar, si es posible, tareas en posición sentada y tareas en posición de pie. Si es obligada la adopción de una sola postura, es preferible la posición sentada, aunque también tiene sus propios problemas. tales como la disminución de la circulación sanguínea en las piernas y aumento de la carga de esfuerzo sobre los músculos de la espalda, cuello y hombros.

Al trabajar sentados, la espalda y el cuello formarán una línea tan recta como sea posible. Las caderas y rodillas deben formar un ángulo de 90°.
  • El asiento debe ser profundo, dejando unos 5 cm. entre la silla y la cara posterior de la rodilla
  • El respaldo debe respetar las curvaturas de la columna y no ser ni más bajo. ni más alto que la longitud denuestra espalda.
  • Debe permitirse el libre movimiento de las piernas debajo de la mesa.
  • En ocasiones puede ser conveniente la utilización de una pequeña banqueta para apoyar los pies.
  • La superficie de la mesa ha de quedar a la altura de los codos. Los hombros se mantendrán relajados evitando levantarlos. La altura de la mesa depende de la altura de la silla, debe permitir una correcta colocación de la columna. evitando la flexión del cuello y del tronco.
  • Nos mantendremos siempre de frente a lo que debamos hacer, y si tenemos que girar lo haremos con todo el cuerpo a la vez.
  • Si trabajamos con un ordenador, el centro de la pantalla debe estar a la altura de la mesa de los ojos y en una posición frontal.
  • La silla debe situarse cerca del teclado para evitar la necesidad de inclinarse hacia delante
  • En todo caso es bueno evitar posturas prolongadas, cuanto más cambiemos de postura mejor y si es posible aprovechar las pausas para hacer una serie de estiramientos cervicales.

POSICIÓN AL CONDUCIR

 Quienes hacen de la carretera su profesión deben cuidar su estado físico si quieren evitar que la acumulación de kilómetros haga mella en su salud.

 Cuando un conductor profesional se sube por vez primera a un camión o a un autobús suele dedicar un buen rato a colocar su asiento a la distancia adecuada del volante, a la altura deseada del suelo, a ajustar la inclinación del respaldo y a regular la dureza de la zona lumbar del mismo.

 Aun así, después, durante los primeros minutos de la marcha, realizará todavía algunos ajustes más precisos de todos esos parámetros. ¿Por qué? Porque es consciente de que de ello depende no sólo el que pueda realizar su servicio de una manera menos fatigosa, sino también el que su columna vertebral, su cadera y sus piernas no vayan cogiendo vicios indeseables que puedan convertirse, con el paso de los años, en procesos degenerativos que puedan perjudicar su salud.

Algunas indicaciones importantes son:
  • Nos sentaremos derechos, adelantando el asiento lo suficiente como para alcanzar los pedales y permanecer apoyados en el respaldo, con los brazos algo doblados y la cadera formando un ángulo de 900.
  • Debemos colocar correctamente los retrovisores, colocar el reposacabezas y no forzar el cuello durante la 1 conducción ni al aparcar.
  •  En algunos casos, tanto el conductor como el acompañante, pueden presentar molestias lumbares, si han de realizar un trayecto largo, debido a largo tiempo que se ha de permanecer sentado y a las trepidaciones que sufre a columna.
  • Puede ser aconsejable colocar en la zona lumbar un pequeño cojín, especialmente si el asiento es blando.

 Gracias a los numerosos refinamientos en las nuevas cabinas, el entorno de conducción resulta aún mejor. Se necesitan grandes reservas de potencia para mover más de 40 toneladas de camión con carga.

 La postura de Conducción se adapta al conductor más alto, más bajo o más pesado. Un amplio abanico de reglajes significa que cualquier conductor encontrará la posición ideal para una postura de conducción cómoda y relajada. Con las manos en el volante, todos los mandos principales se encuentran al alcance de los dedos.

 Colocándolo en la posición y a inclinación correctas, el asiento apoyará la espalda y los muslos. La posición de la columna de la dirección puede ser también ajustable.

 Entre los conductores profesionales es muy frecuente que se padezcan molestias en la espalda, siendo la más habitual la lumbalgia, que se ve favorecida por el diseño defectuoso del asiento o su deterioro por el paso del tiempo el mal funcionamiento de la suspensión del vehículo, y por el mantenimiento de posturas incorrectas durante un periodo de tiempo prolongado.

 La visibilidad alrededor del vehículo no necesita más que pequeños movimientos de la cabeza o incluso tan sólo de los ojos.

 El volante lo sujetaremos con suavidad, ni muy fuerte, ni tan flojo que pueda escaparse, es decir con firmeza pero sin agarrotamiento.

 Los brazos han de ir relajados y semiflexionados, no apoyando el brazo sobre la ventanilla, ya que así favorecemos la aparición de lesiones como la tendinitis, artritis, etc.

 La posición adecuada de las manos es la que correspondería a las agujas de un reloj que marque las tres menos cuarto o las dos menos diez.

 Por lo demás, teniendo en cuenta que un conductor profesional debe pasar buena parte de su jornada laboral sentado al volante, es muy conveniente compensar este exceso con la realización de ejercicio físico fuera del trabajo, de modo regular.

EJERCICIOS FÍSICOS ANTES DE LA CONDUCCIÓN Y DURANTE LOS DESCANSOS

 Cuando hablamos de los riesgos específicos de los conductores profesionales o asiduos, tendremos también en cuenta aspectos ergonómicos derivados de la adopción de posturas inadecuadas durante la conducción, de mantener una posición estática durante un tiempo prolongado y los asociados a la manipulación manual de cargas en aquellos transportistas que realicen la carga y descarga de las mercancías.

Las dolencias más comunes relacionadas con la conducción son:

- Estrés
- Dolores de espalda, lumbares, cervicales y artrosis.
- Problemas de estómago (úlcera, gastritis, ardores).
- Próstata.

Debido principalmente a las posturas fijas y/o inadecuadas durante las largas jornadas de conducción tienen lugar los problemas de espalda.

Para comprender las causas que pueden provocar una lesión de espalda es importante conocer la estructura y funcionamiento de la columna vertebral.

La columna constituye el pilar central del cuerpo humano. Es la encargada, entre otras cosas, de sostener el peso de la parte superior del cuerpo. de mantener la postura erguida y de la inclinación y rotación del tronco.

 Vista de frente la columna vertebral es rectilínea, pero vista de perfil cada una de sus regiones tiene una curvatura diferente (lordosis cervical, cifosis dorsal, lordosis lumbar y curvatura sacra-coccígea).

 Una columna sana está debidamente alineada, con sus cuatro curvaturas naturales en posición normal y equilibrada, sostenida por músculos fuertes en la espalda, las caderas y el abdomen.

 La columna vertebral está formada por el apilamiento regular de una serie de 32 a 34 elementos óseos llamados vertebras.

 Cada vértebra está formada por un cuerpo redondo llamado cuerpo vertebral, constituido por un tejido óseo compacto. tras el que se encuentra el orificio raquídeo por donde pasa la médula espinal que es un conjunto de fibras nerviosas cuyas ramificaciones afectan y controlan distintas partes del cuerpo.

 Entre cada par de vértebras existe una especie de almohadilla llamada disco intervertebral, cuyas funciones principales son la de repartir los esfuerzos en todas las direcciones sirviendo de amortiguadores entre vértebras y la de permitir la articulación de todas Ias vértebras en si.

 Dependiendo del movimiento de la columna vertebral, el disco intervertebral se comporta de forma diferente.

 Por ejemplo, en los movimientos de flexion, cuando la espalda se inclina hacia delante, el núcleo no se queda en el centro del disco intervertebral, sino que se desplaza por el efecto de cuña que ejercen las vértebras sobre él.

 En un disco en buen estado, al enderezar la columna, éste volveria a su posición normal. Sin embargo, en un disco deteriorado podría producirse un atrapamiento del mismo causando un dolor agudo.

Toda columna está reforzada por una serie de músculos y ligamentos que la descargan de una parte del peso que soporta.

- Mantener esta musculatura en forma ayudará a prevenir los problemas de espalda.

Las causas principales de los problemas de espalda en los conductores vienen determinadas por:

- Mantener una postura estática sentada delante del volante durante largos periodos de tiempo.
- Adoptar posiciones inadecuadas a nivel de la zona cervical, dorsal y lumbar.
- Manipular pesos de forma manual durante las operaciones de carga y descarga en el transporte de mercancías.
- Vibraciones producidas por el tipo de pavimento por donde se circula con el vehículo.

 El correcto posicionamiento del conductor, además de reducir la tensión muscular y los problemas de espalda, tiene también como objetivo mejorar la concentración al volante y, por tanto, incrementar la seguridad.

 Si no se adopta una postura correcta al conducir, puede conllevar una alteración de las curvaturas naturales de la espalda, mencionadas anteriormente. Esto puede provocar un aumento de la presión en los discos intervertebrales facilitando su degeneración y posterior lesión.

 Un correcto posicionamiento del conductor ayuda a que el peso del cuerpo quede repartido sobre la estructura del asiento, manteniendo de esta forma las curvaturas naturales de la espalda.

 Cuando el tiempo de conducción es prolongado, se mantiene una postura continua y estática que puede acabar originando una fatiga muscular.

 La manipulación manual de cargas, cuando tienen un peso excesivo o se realiza con frecuencia, puede también ocasionar problemas de origen músculo-esquelético en la zona dorsolumbar del conductor.

 También las vibraciones producidas por la superficie rugosa de conducción y transmitidas al conductor a través del asiento del vehiculo, puede producir daños a la espalda del mismo.

 En el trabajo diario de conducir durante largos periodos de tiempo, con condiciones meteorológicas variables con situaciones cambiantes casi a diario, con la responsabilidad que conlleva transportar una determinada carga o un número indeterminado de pasajeros, implica un ritmo constante de presiones y tensiones que se reflejan en el estado anímico y físico.

 Es asi como las situaciones que crean tensión van produciendo cambios fisiológicos en el funcionamiento neuromuscular desencadenando una serie de sintomas y malestares que pueden llegar a un punto critico.

  Los sintomas más evidentes son el nerviosismo, tensión muscular permanente irritabilidad y fatiga crónica. Y todos ellos interfieren en la conducción.

 Teniendo en cuenta que un conductor profesional debe pasar buena parte de su jornada laboral sentado al volante, es muy conveniente compensar este exceso con la realización de ejercicio físico fuera del trabajo de modo regular.

 Es aconsejable la práctica de diferentes deportes en nuestro tiempo libre (fútbol, baloncesto, natación, tenis, correr. fitnes, etc. pero si no se dispone de medios para practicar este tipo de acctividades se pueden hacer otras como, caminar, o limpiar el vehículo de forma manual), pero no es aconsejable practicarlos justamente antes de conducir. Lo que sí es recomendable es la realización de ejercicios leves antes y durante los descansos establecidos.

 No hay que olvidar que todos los musculos del cuerpo juegan un papel importante para mantenerlo erguido, desde los musculos de los muslos hasta los de la cabeza. Es indispensable la participación de todos ellos para poner en marcha el cuerpo y adoptar una postura sana.

 De aquí la importancia que tiene mantener un buen tono muscular para prevenir trastornos de espalda. Si los músculos del abdomen y los de la espalda son fuertes, participarán activamente en los esfuerzos que hayan de realizarse y de esta manera las vértebras y los discos intervertebrales se verán liberados de parte de la carga:

 Vamos a explicar algunos ejercicios específicos que se pueden realizar para prevenir dolores de espalda. Todos estos ejercicios se pueden realizar sentado, dentro del coche, para estirar y relajar la musculatura y se deben repetir 3-5 veces, y en varios momentos durante la jornada:

 Estiramiento de hombro y cuello: levantar los hombros hacia arriba hasta sentir una ligera tensión en hombros y cuello. Mantener la posición 3-5 segundos y entonces relajar los hombros hacia abajo hasta la posición normal.

 Relajación de hombros, cuello y zona dorsal: con los brazos colgando relajados a los lados del cuerpo rotar los hombros hacia delante. Realizar el mismo ejercicio rotando los hombros hacia atrás.

 Estiramientos de cuello: dejar que los brazos cuelguen a los lados. Inclinar la cabeza lateralmente, primero hacia un lado y luego hacia el otro.

 Mantener los hombros relajados y caídos durante el estiramìento. Aguantar 5 segundos en cada lado.
Realizar también el ejercicio inclinado suavemente la cabeza hacia adelante, para estirar la parte posterior del cuello. y girando el cuello hacia los lados, para estirar la zona lateral del cuello.

 Estiramiento de hombros, pecho y parte superior de la espalda: con los dedos entrelazados por detrás de la cabeza y los codos estirados hacia el exterior, empujar los omóplatos uno contra otro hasta sentir una ligera tensión. Aguantar 5 segundos y aguantar.

 Estiramiento de la parte posterior de las piernas y la parte inferior de la espalda: sentado, coger la parte superior de la pierna derecha justo por encima y por detrás de la rodilla, tirar suavemente de la pierna doblada en dirección al pecho y aguantarla posición 10-15 segundos. Repetir el ejercicio con la pierna izquierda.

 Estiramiento de espalda: sentado, inclinarse hacia delante para estirarse hasta tocar con la frente en las rodillas. Aguantar 10-20 segundos y usar las manos para incorporarse.

 Estiramiento de piernas: una vez fuera del vehículo, apoyar los brazos estirados sobre él, y con la espalda recta flexionamos una pierna y estiramos la contraria hacia atrás.

 CUIDADOS AL TRABAJAR DE PIE

 Hay trabajos en las que los empleados deben trabajar de pie.
 Así que vamos a ver cuales son las condiciones más recomendables para realizar la actividad de forma apropiada.

 En primer lugar es importante tener en cuenta que es bueno que los trabajadores no cumplan horarios de seis horas o más de pie, pues esto es muy perjudicial.

 Así que es buena idea hacer horarios rotativos de cuatro horas por ejemplo, para que la tarea sea más llevadera y menos perjudicial.

 Hay que acomodar el trabajo al trabajador. En caso de que los trabajadores sean altos hay que facilitarles una manera de elevar la superficie de trabajo para su anatomía, y lo inverso para trabajadores bajos, a quienes hay que colocar en una posición más alta, tal vez con un taburete.

OTRAS RECOMENDACIÓNS A LA HORA DE TRABAJAR DE PIE:

  • Trasladar peso de vez en cuando disminuye la presión sobre las piernas y la espalda.
  • Es importante brindarle al trabajador una silla para descansar. Estar tantas horas seguidas de pie es algo completamente perjudicial, y se vuelve necesario que el trabajador pueda descansar su cuerpo y flexionar las rodillas para no sufrir las consecuencias negativas de su trabajo. Es conveniente poder trabajar con los brazos a lo largo del cuerpo y sin tener que encorvarte ni girar la espalda excesivamente. No hay que estar mucho tiempo de pie. Si se hace, puede provocarte dolores de espalda, inflamación de las piernas, problemas de circulación sanguínea, llagas en los  pies y cansancio muscular. Por ello, se debe cambiar de postura cada cierto tiempo. Procurar repartir la carga en ambos pies.
  • También hay que tomar en cuenta el suelo de la superficie de trabajo. Si éste es duro sería conveniente alfombrarlo o poner algo que lo ablande un poco, y además brindarles a los empleados el calzado adecuado para desempeñar su tarea. O sea, zapatos de suela gruesa y cómodos, con empeine reforzado y tacones bajos cuando se trabaje de pie.
  • Finalmente es recomendable que la superficie laboral permita al trabajador movilizarse. Mover sus rodillas, encontrar posiciones cómodas flexionar las piernas, todos estos movimientos deben ser posibilitados por la superficie de trabajo. No hay que estirarse para realizar las tareas. Hay que tener todos los elementos necesarios para trabajar a nuestro alcance. Y de vez en cuando conviene caminar un poco para desentumecer los músculos de las piernas.
 El trabajo que se realice debe estar a unos 20 ó 30 centímetros frente a nuestro cuerpo.
 Recuerden que si un trabajador realiza sus tareas en condiciones inadecuadas y poco confortables la productividad disminuirá, y sólo si se tiene a los empleados a gusto y trabajando cómodos y en un buen ambiente se lograra que éstos vayan a trabajar con ganas y entusiasmo, logrando así una mayor productividad.

Es simple mentalidad de negocios, pero con ella todos salen ganando, sobre explotar y sobre esfuerzos solo lleva a menos productividad y trabajadores en el hospital además de las consecuentes pérdidas económicas que ello conlleva para la empresa.


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