El transporte de escolares, dentro del ámbito del transporte de pasajeros, tiene una especial relevancia dadas las características de sus usuarios. La atención que este modo de transporte presta a los menores requiere que se intensifiquen las garantías de su prestación, fundamentalmente en materia de su seguridad.
El conductor siempre debe emplear un trato educado y correcto con los usuarios del transporte, pero si hablamos de conductores de rutas escolares, estos deben procurar un trato más cercano y directo, tratando de conocer a sus pasajeros para que de esta forma se establezca una relación de confianza que facilite su trabajo y el buen desarrollo del mismo. Si el conductor se gana la confianza de los menores, estos se sentirán más seguros y estarán más inclinados a seguir sus instrucciones.