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CONFLICTOS ENTRE CONDUCCIÓN SEGURA Y OTRAS FUNCIONES PROPIAS DEL CONDUCTOR


En muchas empresas se señalan las funciones que los conductores deben de realizar antes, durante y después de cada recorrido o jornada laboral. Todas estas funciones no son incompatibles con la conducción segura, sino que deben complementarse. Ello es posible si, primero, se conoce el significado de conducción segura y, segundo, cómo se lleva a la práctica.
Una conduccíón segura es una conducción responsable, la que todos los conductores reberíamos perseguir en la medida de lo posible, poniendo todos los medios necesarios para llevarla a cabo.
La base se encuentra en la utilización de las técnicas de conducción preventiva, por las que el conductor es capaz de identificar y escoger con mayor dificultad la alternativa más segura, aplicando tres principios básicos:
  • Visión: Saber guiar la mirada para recoger toda la información necesaria.
  • Anticipación: Saber analizar a tiempo la información.
  • Espacio: Para poder actuar con seguridad ante cualquier imprevisto.

En el capítulo sobre accidentes se hablará más detenidamente sobre conducción preventiva. En este apartado se expone un resumen de las técnicas más importantes que debe seguir un conductor responsable:
  • Técnicas de visión. Nuestras limitaciones visuales se pueden compensar si observamos y rastreamos continuamente el entorno de la vía, tanto por delante, por los lados y por detrás. Para ello es imprescindible la correcta colocación de los espejos retrovisores.
  • Técnicas de anticipación. Necesaria en todas las acciones que se realizan como conductor del vehículo y fundamental en la prevención de accidentes. Se basa en tener tiempo suficiente para reaccionar. Aprendiendo a procesar la información proveniente del entorno, adaptando la velocidad y estando preparado para actuar, se consigue reducir el tiempo de reacción.
  • Técnicas de gestión del espacio. En la conducción se deben guardar unos espacios de seguridad alrededor del vehículo, que garanticen el suficiente tiempo de reacción en caso de necesidad.
En el caso de los conductores de transporte de viajeros por carretera, la seguridad y las funciones propias de su trabajo están relacionadas con:
  • El estado del vehículo, realizando un seguimiento constante.
  • Los usuarios, velando por su seguridad.(Utilización de los cinturones)
  • Cumplimiento de las condiciones del servicio.(No variar las rutas, ni precios, ni los horarios)

El ESTADO DEL VEHÍCULO

El conductor del vehículo debe cuidar que su mantenimiento sea adecuado, realizando antes de cada viaje, una revisión completa y eficaz.
Las comprobaciones que debe realizar comprenden tanto el exterior como el interior del vehículo:
  • Neumáticos: Comprobar al presión de inflado.(Muy importante para ahorrar y por seguridad)
  • Luces: Comprobar su buen funcionamiento, así como el estado y limpieza de cristales y tulipas.
  • Espejos: Verificando su reglaje, si están limpios y en buen estado. Un correcto ajuste de los espejos exteriores conlleva el que se pueda ver a través de ellos, como mínimo:
          -Una longitud de 30 metros desde donde esta situado el conductor.
          -Y una anchura de 5 metros a cada lado del autobús.
  • Lavaparabrisas y limpiaparabrisas: Comprobando el nivel del agua del depósito, si los surtidores u orificios de salida del chorro del agua están o no obstruidos y bien orientados y el estado y calidad del barrido del limpiaparabrisas.
  • Puertas: Tanto las de entrada y salida de pasajeros, la de emergencia y la del compartimento del equipaje. Hay que comprobar que no sufran daños y que funcionen correctamente.
Dentro del vehículo es importante asegurarse del buen estado de:
  • Los asientos: Tanto del conductor como de los viajeros, comprobando su correcta sujeción al autobús.
  • Escalones de entrada y salida, asegurando su buen estado para evitar posibles caídas.
  • Los pasillos: Debiendo estar despejados.
  • Dispositivos de señalización: De paradas y timbres de aviso al conductor.
  • Comprobación des estado de extintores, martillos rompecristales, así como el botiquín de primeros auxilios.
En todos los transportes de viajeros, el conductor se debe asegurar que el autobús este limpio tanto por fuera como por dentro, fundamentalmente por temas de higiene y salubridad, pero también por imagen.

SUBIDAS Y BAJADAS DE LOS PASAJEROS

En el transporte de viajeros, las subidas y bajadas de viajeros son un momento crítico por la cantidad de accidentes que producen, por lo que exige del conductor y, en su caso, del encargado, una especial atención y una actuación segura antes, durante y después de la parada.

1.-Aproximación a la parada.

 Es conveniente reducir al velocidad, porque los pasajeros comienzan a levantarse de su asiento y se desplazan dentro del autobús para situarse más cerca de la salida (Es una conducta que conlleva accidentes por caídas dentro del autobús). Además la detención se debe efectuar en los lugares reglamentarios, ya que al estar especialmente acondicionados son los más seguros. No hay que aprovechar detenciones u otro tipo de paradas para permitir la bajada y subida de viajeros, ya que puede producirse un atropello. Al acercarse a la parada, se debe observar continuamente por los espejos la situación del tráfico, posibles peatones en la calzada, y señalizar con el intermitente la maniobra.

2.-La parada

se debe realizar sin movimientos bruscos (al igual que la arrancada), lo más cerca posible del borde derecho de la calzada. Antes de abrir las puertas el conductor se debe asegurar de que el autobús:

  • Esté correctamente situado. Hay que tener en cuenta que una de las zonas de mayor peligro para los viajeros se encuentra alrededor del autobús por la posibilidad de ser atropellados por otros vehículos o por el propio autobús.

El conductor debe controlar los movimientos que se produzcan, como mínimo, en una distancia de al menos 3 metros alrededor del vehículo. Por ello es especialmente importante realizar la parada correctamente y vigilar la bajada y la subida de los viajeros, no iniciando la marcha, hasta que todos los pasajeros hayan llegado a una zona segura.


  • Esté totalmente detenido. De esta forma, se previene posibles caídas de los viajeros al bajar o subir al autobús.

Los pasajeros bajarán por las puertas central y trasera, no debiendo utilizar la puerta delantera. Sólo aquellas personas con movilidad reducida que soliciten al conductor podrán utilizar la puerta delantera para abandonar el autobús.
3.-Incorporación a la circulación. Se debe realizar una vez se haya comprobado que:
  • Los pasajeros se encuentran seguros dentro del autobús.
  • Las puertas están cerradas.
El conductor, antes de realizar la maniobra debe:
  • Cerciorarse previamente de que puede incorporarse a la circulación sin poner en peligro a los demás usuarios. La obligación que tienen los demás conductores de facilitar la incorporación a los vehículos de transporte colectivo de viajeros, no modifica la obligación que tienen los conductores de autobuses de adoptar las precauciones necesarias para evitar todo riesgo de accidente.
  • Advertir por medio de los indicadores de dirección, el propósito de reanudar la marcha.
FUNCIONES DEL CONDUCTOR E INTERACCIÓN CON LOS PASAJEROS


Los conductores del autobús en el cumplimiento de sus funciones, interaccionan con los pasajeros de forma directa: contestando a las preguntas sobre el horario o las rutas que puedan hacerle los pasajeros, realizar la venta de billetes y, a veces, tendrá que anunciar paradas.

Toda interacción que se dé con los pasajeros puede y debe darse en condiciones de total seguridad. Por ejemplo, cualquier petición de información sobre el viaje, puede realizarse durante las paradas, no distrayendo al conductor.

Cuando un transporte tiene carácter público, pueden utilizarlo todas aquellas personas que lo deseen, siempre que cumplan las siguientes condiciones necesarias para garantizar una mínima seguridad:

1.-Que no se sobrepase las plazas ofrecidas. En general el número de personas no puede ser superior al de las plazas que el vehículo tenga autorizadas. Los niños menores de dos años no cuentan en el cómputo de las plazas ya que van a cargo de un adulto y ellos no ocupan plaza.

2.-Que el pasajero abone el precio establecido para el servicio.

3.-Que el pasajero reúna las condiciones mínimas de sanidad, salubridad e higiene necesaria, para evitar cualquier riesgo o incomodidad para los restantes usuarios. De acuerdo a esta condición y de las señaladas en casa empresa, el conductor o el encargado puede pedir a un viajero que abandone el vehículo si percibe una falta de aseo o un estado de embriaguez que llegue a molestar o pueda ocasionar situaciones de conflicto con los restantes usuarios del transporte.

4.- Que no porten objetos que por su volumen, composición u otras causas supongan peligro o incomodidad para los viajeros o el vehículo.

a) Si el autobús realiza trayectos urbanos o iterurbanos de corto recorrido no tienen porque tener un comportamiento acondicionado para el equipaje de los viajeros. En estos casos puede suceder que el conductor prohíba el acceso a una persona que porta un carrito de la compra o una maleta voluminosa, si piensa que puede suponer un peligro para los demás viajeros (por ejemplo, que pueda hacerles tropezar).

b) Si el autobús es interurbano de largo recorrido debe disponer de un comportamiento para la colocación del equipaje de los viajeros. El conductor tiene que controlar la disposición del equipaje, asegurándose que no se desplacen durante el trayecto y puedan ocasionar daños.

En ninguno de los casos se puede permitir que un pasajero deje su equipaje cerca de las puertas de entrada y salida o en los pasillos, de tal forma que dificulte a los pasajeros acceder o abandonar el vehículo o pueda producir caídas. Tampoco pueden obstaculizar salidas de emergencia, ni entorpecer los movimientos del conductor.

Ningún pasajero puede portar materias ni objetos peligrosos. Tampoco pueden llevar consigo cualquier animal, salvo que exista un lugar destinado para su transporte. Se exceptúan a los perros-guía que acompañan a los invidentes. Que no se alteren las normas elementales de educación y convivencia. Por ejemplo, ningún pasajero, ni el conductor, puede fumar dentro del vehículo.

El conductor y, en su caso, el encargado, deben velar para que se cumplan estas normas. Además también debe mostrar especial atención con las personas que, por su edad o condiciones físicas, tengan una movilidad reducida asegurando que los asientos reservados para ellos no los utilicen otras personas que no tengan necesidad.

El conductor y el encargado deben prohibir la entrada y ordenar la salida a los viajeros que incumplan estas condiciones. En algunas ocasiones pueden encontrarse con problemas con algún pasajero que por su conducta, por ejemplo, debido a un evidente estado de embriaguez, o porque esté molestando a los demás viajeros, se le deba "invitar" a que abandone el autobús.

Si el problema surge durante el trayecto, el conductor deberá detener el vehículo en un lugar seguro y comunicar a la empresa la detención del autobús y el problema que lo ha provocado. A continuación se dirigirá a la persona que esté ocasionando molestias o peligro, sin olvidar unas sencillas reglas:
  • Dirigirse a la persona de modo educado, pero demostrando firmeza.
  • No perder en ningún momento la calma.
  • Acompañar al pasajero hasta la salida. Controlando que abandona el autobús.
  • Si el conductor piensa, por el comportamiento del pasajero, que puede ponerse agresivo, deberá avisar a los agentes de la autoridad, para que sean ellos los que tomen las medidas necesarias.
Si hablamos de seguridad y de las funciones que, al respecto, tiene el conductor del vehículo, no podemos olvidarnos de los cinturones de seguridad. En el transporte colectivo de viajeros se debe informar a los pasajeros de la obligación de usar el cinturón de seguridad si el autobús los incorpora. Esta información se puede transmitir por el conductor, por la persona encargada del grupo, utilizando medios audiovisuales o mediante letreros, etc.
Si un pasajero tiene menos de 12 años, no podrá viajar en los asientos delanteros, a no ser que utilice un dispositivo de seguridad homologado para su edad. Sólo cuando el niño tenga una estatura igual o superior a 135 cm, y de forma excepcional, podrá viajar utilizando el cinturón de seguridad para adultos.

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